sábado, 23 de diciembre de 2017

Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017 – CARTA DEL LIBERTADOR A DON GABRIEL CAMACHO







                                                                 Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017



CARTA DEL LIBERTADOR
A DON GABRIEL CAMACHO





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Señor Gabriel Camacho:
Mi querido amigo: Al fin he salido de la Presidencia y de Bogotá, encontrándome ya en marcha para Cartagena, con la mira de salir de Colombia y vivir donde pueda; pero como no es fácil mantenerse en Europa con poco dinero, cuando habrá muchos de los sujetos más distinguidos de aquel país que querrán obligarme a que entre a la sociedad de alta clase, y después que he sido el primer magistrado de tres repúblicas, parecerá indecente que vaya a existir como un miserable. Por mi parte, le digo a usted que no necesito de nada o de muy poco, acostumbrado como estoy a la vida militar. Más el honor de mi país y el de mi carácter me obliga imperiosamente a presentarme con decoro delante de los demás hombres, mucho más cuando se sabe que yo he nacido con algunos bienes de fortuna, que tengo pendiente todavía la venta de las minas heredadas de mis padres, y cuyos títulos son los más auténticos y solemnes.

Yo no quiero nada del gobierno de Venezuela; sin embargo no es justo por la misma razón que este gobierno permitan que me priven de mis propiedades sea por confiscación o por injusticia de parte de los tribunales. Me creo con derecho para exigir del Jefe de ese Estado que ya he dejado el mando de mi país solo por no hacerle la guerra; se me proteja a lo menos como el más humilde ciudadano. Mucho he servido a Venezuela, mucho me deben todos sus hijos, y mucho más todavía el Jefe de su gobierno, por consiguiente sería la más solemne y escandalosa maldad que se me hubiese de perseguir como a un enemigo público. No lo creo sin embargo y por lo tanto le ruego a usted se sirva hacer presente todo lo que llevo dicho y todo lo que usted sabe en mi favor al general Páez, y al doctor Yáñez, porque estos deben ser los que más influyan, sea directa o indirectamente en este negocio. Se sabe que tengo justicia y que estoy desvalido. Con estos títulos solos me creo ya en seguridad contra los tiros de mis enemigos.

No sé todavía a donde me iré, por las razones dichas; no iré a Europa hasta no saber en que para mi pleito, y quizás me iré a Curazao a esperar resultado, y si no a Jamaica, pues estoy decidido a salir de Colombia, sea lo que fuere en adelante. También estoy decidido a no volver más, ni a servir otra vez a mis ingratos compatriotas. La desesperación sola puede hacerme variar de resolución. Digo la desesperación, al verme renegado, perseguido y robado por los mismos a quienes he consagrado veinte años de sacrificios y peligros. Diré, no obstante, que no los aborrezco, que estoy muy distante de sentir el deseo de la venganza, y que ya mi corazón les ha perdonado, porque son mis queridos compatriotas y sobre todo caraqueños.

Tenga usted la bondad, mi querido amigo de escribirme a Londres por medio de sir Robert Wilson, y a Jamaica por el señor Heilop. Ambas cartas deben ser duplicadas, para que me llegue alguna, aunque se pierda otra y porque las primeras las escribiré en las Antillas. Escriba Ud. además a l señor Madrid sobre todo lo que ocurra en el pleito.
En el correo anterior escribí a Usted diciéndole que había aprobado la transacción propuesta por el señor Ackers, debiendo yo pagar por ella las cuatro mil libras esterlinas, pues quiero terminar el negocio de cualquier modo y sobre esto he escrito ya también al señor Madrid.

El congreso ha mandado que se me pague fielmente la pensión, y me ha dado las gracias por mis servicios, a pesar de todo no puedo contar con esta gracia, porque nadie sabe los acontecimientos que sobrevendrán y las personas que tomen el mando. Por lo mismo, lo más seguro es mi propiedad que reclamo una y mil veces, para vivir independiente de todo el mundo.

Salude usted a su mujer y mis hermanas. De usted de corazón,
                                                                                              BOLIVAR


Tomada de LA ULTIMA ENFERMEDAD, LOS ULTIMOS MEDICAMENTOS Y LOS FUNERALES DEL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR POR SU MEDICO DE CABECERA EL DOCTOR A. P. REVEREND – PARIS IMPRENTA HISPANO -  AMERICANA DE COSSON Y COMP CALLE DUFOUR – SAINTE – GERMAIN, 43 - 1866


    Edición Número 10, Girardot, Diciembre 23 de 2017

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